Entre las bondades del método destaca que visualiza de forma lúdica en los profesores diversas técnicas que enfatizan la apropiación, comprensión y aplicación del conocimiento en matemáticas mediante un enfoque de enseñanza progresiva basado en el desarrollo de la metacognición y la resolución de problemas.
En consecuencia, se busca impulsar el desarrollo de las habilidades superiores del pensamiento, dejando entrever que todos podemos aprender matemática de manera muy sencilla, en un formato colaborativo, lo que permite optimizar el rendimiento del curso cruzando la teoría con el apoyo de material concreto para maximizar la comprensión de la asignatura.
La gerencia de Editorial Santillana Chile visitó en Singapur las oficinas centrales de Marshall Cavendish Education (MCE), así como también diversas escuelas de la ciudad para observar las clases de Matemática y Ciencias, además de sostener encuentros con los equipos directivos para profundizar en los usos que le dan a la metodología con sus estudiantes. Así, comprobaron en terreno que las clases al otro lado del mundo no duran 45 minutos, sino 30, y que la jornada escolar es más corta que en Chile, relevando que son altamente participativas, lo cual se refleja en los resultados que están a la vista en las mediciones PISA. Ahí radica la explicación de cómo lograron instalarse en el orbe como una potencia mundial, porque se dieron cuenta de que la clave del desarrollo se jugaba invirtiendo en la preparación de los docentes para formar escolares de excelencia.
El cambio de paradigma que trae aparejado el currículum de Singapur exige a los colegios que adoptan el programa conseguir que los profesores se apropien del instrumento para lograr clases más dialogadas y participativas y así impactar de forma real y concreta en un aprendizaje con sólidas bases que pueden ser homologadas por los colegios de todo Chile que se interesen en aplicar estas metodologías de vanguardia.