Es justamente la formación ciudadana la que nos permitirá transparentar desde la más tierna edad, las diversas formas de responsabilidad que nos competen como vecinos de un mismo país. Es lo que dará paso para que las nuevas generaciones, hagan de nuestro país un lugar más amable, tolerante, inclusivo y ciertamente más educado, no solo en conocimientos, sino que íntegramente.
Las competencias para el nuevo siglo que enfrentamos nos exigen construir, a partir de un ambiente más colaborativo y también más reflexivo, desde el diálogo empático y la escucha activa, las herramientas para que los actuales estudiantes se constituyan en los futuros ciudadanos. Y es la Ley 20.911 de 2016, la que nos invita a hacernos cargo de implementarlo dentro del aula de clases.
Incentivar una ciudadanía activa en el ejercicio y cumplimiento de sus derechos y deberes, crítica, responsable, respetuosa y creativa es parte de los objetivos que debemos tener en mente. En este contexto, el desarrollo de estas habilidades en los estudiantes cobra especial relevancia, basándose en lineamientos curriculares ad hoc y en el esfuerzo y ahínco que los docentes deberán verter en el diálogo que generen dentro de la sala de clases con sus alumnos.
En Santillana tenemos claro que en las manos de los niños y jóvenes de nuestro país está el germen de lo que está por venir, por esta razón hemos construido herramientas educativas que han sido incluidas de forma transversal en nuestro nuevo proyecto educativo dirigido a la enseñanza básica y que estamos seguros serán un aporte para el desarrollo de los ciudadanos del Siglo XXI.